Tomeu Salvà (Mallorca, España; 1986) es, ante todo, una persona tranquila. Desde un primer momento lo parece y es una sensación que se confirma tras unos minutos de charla con él. El entrenador de Jaume Munar fue antes jugador, pareja de dobles de Rafael Nadal -llegaron juntos a una final en el Trofeo Conde de Godó- y ahora se dedica a la enseñanza en la Rafa Nadal Academy tras una retirada prematura del circuito. Salvà dedica parte de su tiempo a la oficina del torneo antes de la final para hablar de tenis en una conversación de esas que merecen siempre la pena. (NdR: la entrevista se realizó antes de la final).
P. Independientemente de lo que pase, semana muy positiva para Jaume.
R. Sí, ha sido una semana muy buena. Su nivel de tenis ha sido muy regular durante toda la semana y es su primera experiencia en la final de un Challenger así que muchas cosas positivas pase lo que pase.
P. Comentaba Jaume tras ganar su partido de semifinales que lo que había cambiado esta semana con respecto a las anteriores es que en los momentos más críticos había sabido responder. ¿Qué crees que ha cambiado en este tiempo?
R. Jaume ya lleva un tiempo trabajando bien, las cosas no se cambian en un partido sino en los entrenamientos. En un partido el trabajo ya está hecho. Lleva mucho tiempo trabajando bien pero en las últimas semanas tuvo unos sorteos complicados y las victorias no habían aparecido aunque había hecho buenos partidos. Y esta semana el premio ha aparecido pero el trabajo bueno que hace es el del día a día.
P. Jaume tuvo una etapa muy exitosa en el circuito junior, a un nivel similar al de Zverev o Rublev. La evolución de Munar en el ránking en estos últimos años ha sido relativamente lógico, lo que no parece normal es que Zverev con 20 años esté en el top 8 o que Rublev con 19 sea top 50. ¿Cuánto es de complicado hacerle ver a un junior tan exitoso como Jaume que le va a costar llegar a la élite?
R. Hay jugadores que enseguida ves que son diferentes. Es el caso de Rublev que ya está top 50 o de Zverev que está entre los diez mejores. Estos chicos son un caso aparte. Luego están otros jugadores que también son buenos pero que necesitan un tiempo de adaptación en cada categoría y su tiempo de maduración. Las cualidades las tienen y luego hay que trabajarlas. Hoy en día a los jugadores jóvenes les cuesta meterse ahí arriba, aunque los extremadamente buenos siguen metiéndose entre los mejores siendo jóvenes. En el caso de Jaume como bien has dicho lleva una evolución buena y correcta, dando importancia al trabajo del día. Con paciencia las cosas llegarán.
P. Como jugador tuviste la oportunidad de jugar finales importantes junto a Rafael Nadal, sobre todo la que disputasteis en el Trofeo Conde de Godó. Desde la experiencia de tu etapa como jugador, ¿qué crees que le puedes aportar a Jaume?
R. Le puedo aportar tranquilidad pero al final el mejor trabajo lo hace él. El bueno es el jugador y sus victorias son mérito suyo y cuando pierde también es cosa de él. Le puedo aportar tranquilidad, algunos consejos que le puedan servir, tanto en el día a día como en los partidos pero por lo general si el jugador es bueno es bueno y si es malo las cosas no llegarán.
P. Al final el entrenador es un regulador de emociones o de estados de ánimo más que un apoyo técnico. Al fin y al cabo el jugador ya sabe jugar.
R. Exactamente. Es un regulador de emociones. Hay momentos, en el que las cosas no van tan bien, en el que le puedes aportar tu experiencia, tu pasado, y el lado más psicológico de este deporte. Aunque como ya te dicho, lo que haga Jaume al final depende de él, de su trabajo y del día a día.
P. La Rafa Nadal Academy lleva ya unos meses en marcha, para los que tenéis la oportunidad de trabajar y entrenar allí, supongo que será muy importante tener a jugadores como Jaume o Christian Garín. No solo es un impulso para el tenis español sino también para el balear.
R. Siempre es bueno que haya gente buena. Tener referentes ayuda. Ya no Rafa porque los chicos lo ven como algo inalcanzable sino gente como Jaume o Christian. Para la gente joven que está con nosotros, en categorías inferiores, es estimulante y cogen ejemplos y cosas positivas. Convivir con ellos en la residencia es algo muy positivo, es una retroalimentación ya que no solo crecen como jugadores sino como personas también.
P. Centrándonos por un momento en lo que fue tu carrera como jugador, ¿te quedó alguna espina clavada? ¿algo que te hubiese gustado cumplir?
R. Bueno, me quedaron muchas. No llegué a mi objetivo que era estar arriba y ganarme la vida jugando al tenis. Siempre tuve esa ilusión pero una vez tomada esa decisión entré en el mundo de la enseñanza y me gustó tanto que ni me planteé volver. Yo lo dejé muy joven, con 21 años. Lo dejé porque en aquel momento lo necesitaba pero con las puertas abiertas por si pudiese volver pero fue meterme en el mundo de la enseñanza y me encantó, así que no volví a plantearme retomar mi carrera. A veces sí que tienes mono de tenis, de jugar, alguna competición, con los chicos incluso he jugado alguna competición y jugué por equipos y algún doble con Rafa pero siempre teniendo claro que me quería centrar en la enseñanza.
P. El torneo de El Espinar ha tenido grandes campeones en su palmarés. Roger Federer en dobles, Nadal o Del Potro en individuales, ¿crees que dentro de unos años se hablará de esta final entre Munar y De Miñaur?
R. Saberlo no lo sé, evidentemente, pero me encantaría. Son dos jugadores muy jóvenes, De Miñaur es un par de años menor que Jaume y tiene mucha proyección. Álex es un chico con mucha cabeza, centrado en su trabajo y eso es una cosa muy positiva, porque las horas de trabajo ya las va haciendo y eso es lo que al final te hace crecer. Así que evidentemente me encantaría que dentro de unos años se hablase de estos jugadores, sobre todo de Jaume.