Para que se pueda decir que el Open Castilla y León – Villa de El Espinar celebra su 35ª edición hizo falta que en 1986 Pedro Muñoz lo pusiera en marcha, que año a año se siguiera organizando (desde 1991 dentro del circuito ATP Challenger) y que, detrás, haya un equipo humano que lo saque adelante.
Y ese equipo está formado por varios grupos de personas cuyo trabajo, coordinado, permite que el torneo sea lo que todo el mundo conoce. En El Espinar, en la cima, se encuentran Mónica Muñoz y Virginia Ruano en la cabeza de la organización y la dirección del torneo respectivamente. Por detrás, el equipo que completa la dirección de la organización.
Tras la dirección de la organización, se sitúa el personal encargado de asistir, en todo lo necesario, a jugadores, entrenadores y el resto de personal del torneo. En caso de necesidad (y el sábado de semifinales individuales y final de dobles lo fue) se convierten en pisteros para secar la pista y acondicionarla para poder ver tenis de inmediato.
Dentro de la pista se encuentra quizás el grupo de trabajo más carismático de todos: los recogepelotas. Niños y adolescentes de cuyo trabajo solo se habla cuando sucede algo negativo o un accidente fortuito pero que de ellos depende que los tiempos entre puntos sean dinámicos y el tenista no tenga que esperar una décima más de segundo de la que ellos mismos quieren. Un trabajo difícil (son niños, recordemos) y que solo es noticia cuando sucede algo malo.
Otro de los componentes de un torneo y que permite al tenista llegar a punto y recuperarse lo más rápido posible son los fisioterapeutas. En El Espinar han sido dos, atendiendo al tenista antes, durante y después de los partidos. El físico, importante en el tenis y más si cabe en pista dura, altura y calor, está en manos del equipo de fisios.
Y, finalmente, el equipo que hace que el torneo y todas las historias humanas que lo rodean lleguen lejos. El grupo de comunicación, fotografía y vídeo. Historias, reportajes, entrevistas, notas de prensa y montajes de vídeo. En un torneo como El Espinar, donde los grandes nombres que han pasado y hecho resultados destacados han terminado dando que hablar en las siguientes temporadas, el equipo de comunicación cuenta sus historias y da a conocer a sus protagonistas.
Desde la primera persona que dirige el torneo hasta el último miembro de la organización. Todos, como equipo, aportan su grano de arena para que el Open Castilla y León – Villa de El Espinar salga adelante año a año. Todos y cada uno, son la clave para que el ‘Milagro del Espinar’ continúe.