Primer servicio
En ediciones anteriores del torneo has actuado como juez de silla y en esta eres el supervisor de la ATP; ¿qué supone ese cambio, qué complicaciones, y cómo se disfruta más del tenis?
“Es un trabajo diferente, en el que eres la persona que vincula al jugador con la organización del torneo. Siendo juez de silla lo que haces es estar en pista a tus partidos y evaluar a otros árbitros de rango menor. Siendo el supervisor te atañen otras tareas de ‘papeleo’ como son el sorteo, órdenes de juego, justificantes de las lesiones, etcétera.
En cuanto a complicaciones, ninguna que podamos considerar fuera de lo normal; pues jugadores que piden cambio de hora, de pista, etc. Algo que podemos ver en cualquier torneo.
Pienso que siendo supervisor se te presenta la opción de que al estar fuera de pista puedes moverte de una pista a otra y ver el partido; mientras que de silla ves el que te toca arbitrar”.
Segundo servicio
¿Valoración de esta edición desde tu nueva óptica?
“Es una valoración positiva, porque creo que se han mejorado muchas cosas en aspectos importantes, en comparación con otras ediciones; como la conexión a Internet, el servicio de transportes, el servicio de fisioterapia que ha estado en todo momento atendiendo a los jugadores, la pista central está más uniforme, han acondicionado la pista en cuanto a las grietas que el año pasado había, por ejemplo. En definitiva, creo que el torneo, pese a haber bajado de categoría (respecto a años anteriores) ha sabido mantenerse y adaptarse a los tiempos y circunstancias”.