El ATP Challenger Open Castilla y León Villa de El Espinar continúa siendo gran trampolín para proyectar la trayectoria de tenistas dentro de la clasificación mundial. Así, en la trigésima segunda edición, el campeón mallorquín Jaume Munar ha protagonizado el mayor ascenso de los últimos tiempos. Munar, al sumar los 100 puntos de El Espinar, pasó del puesto 290º al 200º del ranking ATP.
Un ascenso de 90 puestos en apenas 10 días, con una sola competición de por medio, es un dato impresionante. Pero si ganar el Open Castilla y León Villa de El Espinar 2017 reportaba esos 100 puntos y 12.250 euros de premio; el fruto para el subcampeón también fue atractivo. El australiano Alex de Miñaur llegó a Segovia como 220º del ranking ATP y, al hacer final, acaparó 60 puntos y 7.200 euros; lo que le permitió un ascenso de 36 posiciones para establecerse 184º de la clasificación. El semifinalista italiano Matteo Berretini sumó 35 puntos -y 4.260 euros-; por lo que pasó del puesto 173º al 162º.
Por último, el mayor crecimiento lo experimentó el cuarto semifinalista, el barcelonés Gerard Granollers, que aterrizó en el abierto espinariego como 525º del mundo y salió 400º, esto es, una subida de 125 puestos de golpe, tras sumar 35 puntos al premio de 4.260 euros. Los puntos que se adjudica un triunfador en Segovia suponen más que los de un semifinalista en un ATP 250 y más que un cuartofinalista de un ATP 500. El subcampeón de El Espinar (60 puntos) rescata más que un cuartofinalista de un ATP 250.
Echando la vista a la historia más reciente del Open Castilla y León, la victoria de Luca Vanni en 2016 permitió al italiano ascender 32 posiciones y colocarse como sexto mejor tenista de su país en la lista mundial. En 2015, Donskoy consiguió ascender 40 puestos en apenas 10 días, con su segunda victoria en El Espinar de por medio; siendo el único Challenger que ganó en la temporada. Y, en su anterior victoria (2012), el ruso logró la mitad de los puntos necesarios para finalizar tercero de la clasificación mundial Challenger.
En 2014, Adrian Mannarino ascendió al puesto 85º del mundo, subiendo 16 posiciones tras su triunfo en Segovia; lo que le supuso ser el tenista francés de mayor progresión en ese periodo de la temporada. Ese mismo año, el subcampeón Adrián Menéndez logró auparse al lugar 163º del mundo, ascendiendo 24 lugares.
Por último, en 2013, la victoria de Pablo Carreño permitió al gijonés auparse al puesto 91º del mundo. Este triunfo, dentro de una gran campaña, contribuyó al fulgurante ascenso de Carreño que pasó del puesto 715º al 65º en la misma temporada, lo que le hizo acreedor del premio al mejor progreso del año otorgado por la ATP, superando en votos a otros dos grandes ascendentes: el italiano Fabio Fognini y el suizo Stanislas Wawrinka.
También experimentaron grandes subidas, tras sus resultados en Segovia, el suizo Marco Chiudinelli, 115 puestos en 2015; el británico Brydan Klein, 62 plazas en 2014; o el estadounidense Connor Smith, 31 posiciones en 2015, convirtiéndose en el decimoquinto mejor jugador de Estados Unidos.
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