Víctor Martín lleva tantos años trabajando en El Espinar como años de vida tiene el Open Castilla y León. Encorda 150 raquetas en los diez días que dura el torneo y por sus experimentadas manos han pasado las herramientas de trabajo de tenistas que han formado parte de la élite del circuito ATP.
- ¿Cuántos metros de cordaje has utilizado en el torneo?
“Hemos utilizado en total unos 1800 metros de cordaje”.
- ¿Cuántas raquetas has encordado en total y cuál es la media diaria?
“Unas 150 en total, 15 diarias”.
- ¿Cuáles son los dos tipos de cordaje más empleados?
“Lo más empleado principalmente son los monofilamentos y las tripas naturales”.
- ¿Por qué lo son? ¿Obedece a algo característico de la pista?
“Sí. En competición lo más utilizado es el monofilamento. Y la tripa natural se combina con el monofilamento para conseguir un mayor efecto liftado. Algunos jugadores utilizan sólo el monofilamento y otros, como por ejemplo Chiudinelli, lo combina con tripa natural para liftar más pelota”.
- ¿Cuál es la tensión más baja? ¿Y la más alta?
“La tensión más alta la utiliza Donskoy, 33 kilos. Y la más baja Sharan, 20 kilos”.
- ¿Sabes si ha habido muchas variables en la tensión que utilizan habitualmente?
“Normalmente todos los jugadores suben un kilito en la tensión comparado con el día que llegan al torneo para adaptarse a la altura. La mayoría llegan acostumbrados a jugar en menos altitud y aquí corre mucho la bola”.
- ¿Qué diferencias hay entre hombres y mujeres a la hora de encordar?
“Las chicas utilizan cordajes más finos y más bajos para darle más salida a la bola. Los chicos prefieren cuerda de control”.
- Llevas desde que empezó el torneo siendo el encordador de El Espinar. ¿qué ha supuesto para ti estar tantos años trabajando en un evento como este?
“Para mí es muy importante. Empecé aquí encordando cuando tenía 25 años y llevo otros 25 aquí. La verdad es que es algo que me ha dado mucha experiencia”.