Este 15 de Mayo, festividad de San Isidro Labrador, el azar y el coronavirus, nos han traído una CUARENTENA, ni esperada, ni deseada y, con ella, la suerte de estar pasándola en mi querido Espinar, con menos riesgos y una mayor libertad, al menos para salir al jardín.
Como todos sabéis, La Estación de El Espinar y Madrid son los dos lugares donde prácticamente transcurre mi vida, cuando no estoy de viaje por alguna razón que, normalmente, tiene que ver con el tenis.
Lo intuía, dadas las circunstancias, el desarrollo y las graves heridas y dramas que ha causado este “virus” asesino en España, pero como tantas veces, en casos y situaciones difíciles por los que me ha tocado transitar, cuando me llegaban tan malas y negativas noticias, miraba a otro lado y siempre dejaba abierta esa ventana de esperanza a la que necesitas agarrarte y que nunca me suele faltar.
En tales circunstancias me llegó este San Isidro y, además, lo hizo con “otro” recuerdo de aquel 15 de Mayo de 1974, cuando mi Atlético, otra de las constantes que aparecen en mi vida, perdía en el último minuto ante el Bayern de Múnich la oportunidad histórica de ganar por primera vez una Final de Copa de Europa. Pues justo, a media tarde de este San Isidro, recibí la “puñalada”, que no por esperada, menos dolorosa, de la noticia del comunicado de la ATP,- “ Suspendiendo nuestro querido Torneo a causa de la Pandemia del Coronavirus”.
No creo que necesite esforzarme mucho para transmitiros a la mayoría de vosotros lo que significa para mí El Espinar, La Estación y San Rafael. Tampoco y por razones parecidas, lo que significa que, en esta tierra y sus lugares, hace ya cuarenta años, de la mano de un sueño apareciera una locura y ésta me sorprendiera con unos cuantos de mis amigos, alguno de ellos tanto o más loco que yo, para dar paso y crédito a la idea de hacer un Torneo de Tenis en La Estación del Espinar.
Obviamente, si aquella idea ya en su nacimiento era una “locura” o “excentricidad”, ni que de decir tiene que nadie pudo pensar que iba a ser de tal tamaño que, entre otras cosas, lograra que nuestro municipio fuera nombrado oficialmente “Mejor del Mundo” en una actividad, promovida por el Ayuntamiento como sede y anfitrión.
Además de “Mejor Challenger del Mundo”, también logró ser Miembro de la Real Orden al Mérito Deportivo, Medalla de Oro del COE y de la Real Federación Española de Tenis, y tampoco nadie podía pronosticar que, por nuestro querido Espinar, llegarían a pasar los mejores jugadores del Mundo, Rafa NADAL- Roger FEDERER- Juan M. DEL POTRO– CHELA– VERDASCO- FELICIANO – EMILIO SÁNCHEZ VICARIO- BRUGUERA- etc.
Aquella noticia me dejó tocado, y moralmente sin argumentos dando paso a cierta impotencia. Por ello, ni pude, ni quise escribir nada en ese momento sobre nuestro torneo y la forma en que le afectaba la suspensión y algunas de las consecuencias del Virus.
Sólo han tenido que pasar dos días para que se produjera la reacción, nada diferente a las otras muchas que han marcado mi vida y que, como en el propio tenis, son tan necesarias para ver la luz al fondo, para mutar lo negativo en positivo, para huir del egoísmo, dando paso a lo solidario y generoso y sobre todo para pensar que, tanto el torneo como yo mismo, éramos , mejor dicho somos, unos privilegiados y que este “virus canalla” a nosotros por ahora nos ha dejado simplemente heridos y en recuperación. Cierto que, no debe ser causa de olvido el hecho de que se ha llevado por delante muchas vidas, y ha sembrado muchos dramas en familias de toda España.
Por todo ello, por otras muchas razones recurrentes y por esa forma de ser, se ha producido esta reacción, con el fin y la intención de sumarse al dolor, pero con la intención de ayudar, de compartir, de levantarse de esta destrucción, asumiéndolo lo antes posible y de pensar que, si no nos ha llevado, teníamos la obligación moral de sumar, de aportar y salvar lo que tantos esfuerzos y de tanta gente anónima han logrado en estos cuarenta años.
Por eso que hoy me he levantado, sin justificación para la pereza, con ganas y necesidad de ser positivo, con necesidad de, desde esta plataforma que me ofrece el torneo, poder sumarnos al dolor de todos los afectados, acompañar en el sentimiento a los familiares de todos los fallecidos y compartir con todos el privilegio de estar bien y de seguir teniendo esta obra de todos que es el Torneo, para darnos la oportunidad de volver a tener el lujo y el privilegio de actuar como “voluntarios” en una misión de tan alto y noble interés.
Hoy, he vuelto a soñar, y por tanto he vuelto a actualizar en mi vida, en mi interior que, ni soñar está prohibido, ni los soñadores necesariamente tenemos que ser “locos” que condenen el sueño al fracaso, por ello que nadie dude que El Espinar , nuestro Torneo fue un sueño, y creció a base de sueños, pero el trabajo y la predisposición ilusionada y llena de esfuerzo que siguió a los sueños, fue el que posibilitó la realidad tan esplendida que representa el Torneo y que, guste más o menos el Torneo o el propio tenis, nuestro querido Espinar es en una actividad de la vida. ¡¡Quién lo iba a decir!! “Mejor Challenger del Mundo” y eso nadie se lo puede ya quitar y siempre lo podrá lucir en todas sus cartas y documentos de presentación.
Ya en positivo y sin apartarnos ni un ápice de la filosofía de nuestro Torneo, al igual que a los “gestos” deben seguir “actos” y a los sueños de por la noche, trabajo, dedicación y esfuerzo por el día , hemos empezado, dando carta de naturaleza, a esa frase tan nuestra, de ¡¡Manos a la obra !!. Y, una vez más, me ofrezco para pediros que juntos volvamos a hacer otro esfuerzo por conservar la “obra” cuyo contenido histórico y de prestigio, ya no es nuestro, es de todos.
Empecemos a construir EL ESPINAR 2020, y hagámoslo, conservando su tradición solidaria y al igual que, en su día participamos, entre otras, en misiones como “El Espinar en contra del terrorismo y en favor de las víctimas”, “El Espinar contra el Sida”, “El Espinar en la reconstrucción de los monumentos histórico- artísticos de Castilla y León”, “El Espinar en favor de la Inclusión”, etc., este año que ¡¡Habrá tenis!! y, con ello, el año de la 35 Edición del torneo no quedará desierto. Y llevémoslo a cabo, siempre y en todo caso, con las condiciones ineludibles de “BENÉFICO Y DE RECUERDO”.
Es decir que, nuestro querido Torneo sobrevivirá, y este año habrá tenis, sin apartarse del sacrificio y precariedad de nuestra ciudadanía, desde la solidaridad y sin más ostentación que la ilusión y el esfuerzo, con un carácter inexcusablemente BENÉFICO y que se aprovechará para RECONOCER todo el esfuerzo generoso de nuestra Sociedad, médicos, enfermeras, equipos de limpieza y mantenimiento, funcionarios, transportes, etc.
Reitero nuestro AGRADECIMIENTO a todos los que lo hacen posible y sobre todo nuestra SOLIDARIDAD para todos los dañados por esta desgraciada “pandemia”, y os invito a que juntos hagamos “posible” no sólo que haya tenis y no se dañe con un año en blanco la hermosa historia de nuestro querido y laureado Evento, sino que, también, a pesar de asumir toda la carencia y precariedad, lo podamos suplir con esfuerzo, con voluntariedad y con ilusión, para pasar a ser un AÑO HISTÓRICO que engrandecerá su aureola y prestigio.
Un abrazo para todos,